Teoría del apego,
factor primario de cohesividad dinámica y permanente en la familia.
Al considerar la definición del
término cohesividad como “el grado en que
los miembros de la familia se interesan por ella, se comprometen con ella y se ayudan
mutuamente” (Moos 1976, citado por Simón 1988), ésta nos provee cierta
información sobre evidentes aspectos que nos permiten desarrollar acciones a
favor de la nucleación de la familia desde la perspectiva de las relaciones. Las
relaciones interpersonales ejercen como factor de atracción, como fuerza
centrípeta de desarrollo entre tanto la mutualidad y reciprocidad del enfoque
relacional. Las familias contemporáneas suceden en ambientes progresivamente mutados
por un complejo factorial que en ocasiones es difícil determinar, tales
ambientes en los actuales días son comunes, huraños y proponen obstáculos que
asfixian la familia lentamente presionando a admitir y consensuar estructuras familiares
sustentadas por re-ediciones antropológicas, por efectos de la cultura y no en
razón a modelos que sean efectivos en el desarrollo de los objetivos cohesivos con
la familia. Figuran como ambiente extraños, la cultura del divorcio, la cultura
del trabajo de los cónyuges, la cultura del individualismo, entre otros. La
cohesividad entendida como el grado de relación interpersonal familiar, se
construye desde el momento del inicio de la conyugalidad matrimonial, su
definición y estructuración, su florecimiento y posterior posicionamiento
incluye necesariamente la cohesividad conyugal sobre la que se elaboran las demás
relaciones, las de los hijos con los padres, las relaciones diádicas de los
hijos. Es entonces cuando aparecen investigaciones como la Teoría del Apego de
John Bowlby, que indican que el ser humano tiene una fuerte tendencia a formar
lazos humanos afectivos y responsivos, que determinan e inclinan su carácter,
sus relaciones humanas, su capacidad de amar, su capacidad cognitiva, etc. Esta
perspectiva inclina la balanza a mirar con detenimiento cómo se inicia un
matrimonio, revisar sus bases relacionales, reorientar las acciones hacia un
desarrollo normalizado del apego es decir de las relaciones de la madre con sus
hijos, de la esposa con el esposo. Bowlby destacando el crucial efecto de la
madre al formar relaciones con sus hijos conceptuó lo siguiente: “Observó que las madres de niños
neuróticos tendían a desplazar la hostilidad que originalmente iba dirigida a
sus propios padres, hacia sus hijos, y que tendían a satisfacer necesidades
afectivas previamente insatisfechas haciendo a sus hijos demandas excesivas e
inapropiadas”. Importante declaración que nos mueve a
resignificar las relaciones adquiridas inapropiadamente desde el seno de
nuestra familia. Si no se concibe esta clase de cohesividad desde un principio
difícilmente se mantendrán unidos los miembros de una familia en particular a
lo largo y ancho de cada biografía.
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Desarrollar Relaciones interpersonales como factor de cohesividad familiar |
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